En nuestra entrada anterior hablábamos sobre la piel y el frio, en como las agresiones externas pueden afectar negativamente a nuestra piel. Además de aceites vegetales nutritivos, ciertos aceites esenciales pueden también ser nuestros aliados.
El aceite esencial de abeto negro (Picea Mariana) es uno de ellos: está considerado como adaptógeno ya que ofrece a la piel la facultad de adaptación a cambios de temperatura además de a otras agresiones externas e internas (contaminación, estrés, etc) (Baudoux D (2010) Por una cosmética inteligente, aceites esenciales y vegetales, Amyris Ediciones SL, Pontevedra). Esta propiedad es clave para poder cuidar nuestra piel de una forma efectiva y saludable en esta época del año. Además es elevante y está indicado para la ansiedad y el estrés. Desde un punto de vista medicinal es excelente para combatir la debilidad del aparato respiratorio aplicando el aceite esencial integrado en cremas, mediante difusores o aplicándolo en un baño relajante (Lavabre M (1995) Aromaterapia Libro Práctico, Méjico.
También se suele utilizar para cuidar los músculos cansados.
En Terai Cosmética lo utilizamos en nuestras cremas de hidratación diarias ya que es perfecto para tratar las pieles estresadas y reestablece nuestra energía vital; además nos encanta su olor fresco y herbal, que purifica y da energía. De esta forma cuidamos nuestra piel y nuestro interior de una forma saludable y utilizando productos naturales.