La piel de nuestros hijos e hijas tiene características especiales si la comparamos con la de los adultos. Es por eso que el cuidado de la piel de los y las más pequeñas tiene que ser también diferente. La piel de un recién nacido tiene las mismas capas que la de una persona adulta. Sin embargo, el grosor de cada capa es ⅕ parte más fino que el de una persona adulta.
Por eso, la función barrera que tiene la piel está limitada en los bebés. En consecuencia son especialmente sensibles frente a ataques externos ya sean influencias físicas, químicas o microbianas. Estas sustancias son absorbidas de forma más sencilla y penetran fácilmente a las zonas más profundas de la piel. Por otra parte, la piel de los bebés tiende a resecarse más que la de los adultos. Y, por supuesto, son más sensibles a los rayo ultravioletas que las personas adultas.
Cosmética Bio para nuestros hijos e hijas como prevención
Si sois seguidoras de nuestro blog o conocéis la filosofía Terai podréis intuir ya cuál es nuestro primer consejo. Está claro que para vuestros hijos e hijas también os aconsejamos la utilización de cosmética natural, cosmética ecológica. Los productos naturales son la mejor prevención para determinadas patologías relacionadas con la piel de los niños y niñas. Hagamos un repaso por las más comunes.
+Piel atópica: es una enfermedad de la piel que afecta a entre el 10% y el 20% de los niños y niñas. Un tercio de los casos desaparece durante la infancia. Los primeros síntomas suelen aparecer después del destete del bebé. Aparece una erupción en la piel que produce picor. En estos casos es esencial hidratar la piel y evitar el contacto con determinados irritantes. Nuestra crema Calma les ayudará a contrarrestar el picor y aportar hidratación y nutrición. La Fundación de Dermatitis Atópica ha creado una red de escuelas para padres para informar y desdramatizar la enfermedad.
+Moluscos contagiosos: es otra patología habitual que afecta al 25% de los y las menores de 5 años. Es una infección vírica que tiene un tratamiento complicado por la facilidad de contagio. Según un estudio, muchos de los casos tardan en desaparecer hasta 24 meses. Se transmite por el contacto piel con piel o por la utilización de elementos comunes como toallas.
Las claves para cuidar la piel de los niños y niñas pasan por utilizar limpiadores y jabones naturales. También limitar el tiempo del baño y hacerlo con agua tibia. La hidratación constante de la piel también es esencial. Pero es más importante usar productos ecológicos, cosmética vegana. Por su puesto, tener especial precaución a la hora de exponer a nuestros hijos e hijas al sol. No hacerlo en horas centrales y usar protección total.