Cuando hablamos de Flores de Bach hablamos de un sistema terapéutico vibracional completo y holístico.
Vibracional, porque se basa en que todo es energía que vibra a una determinada frecuencia y que la vibración de cada una de las esencias florales actúa equilibrando la frecuencia energética que queremos sanar en nosotros en este momento.
Completo porque con las 38 flores del sistema Bach y sus infinitas combinaciones cubrimos todos los estados emocionales en desequilibrio que se nos presenten.
Y Holístico porque es una terapia que considera al ser humano como un todo en continua relación, cuerpo, mente y alma. Por lo tanto, diremos que las flores de Bach actúan a todos los niveles del ser humano de manera bidireccional, ya que aquello que nos está doliendo en el alma se expresa a través del cuerpo y el cuerpo grita lo que la mente calla.
Por eso, cuando nosotros tomamos esencias florales vía oral, el efecto lo vamos a descubrir no sólo en nuestras emociones y pensamientos, si no que nuestro cuerpo reflejará la mejoría que en su totalidad vamos sintiendo.
De la misma manera, si utilizamos las Flores de Bach en cremas, aceites, champús, etc. para tratar algún desequilibrio, por ejemplo, en nuestra piel o en nuestro cabello, ese beneficio se reflejará también en nuestras emociones y pensamientos y nuestra labor a partir de ahora será tomar conciencia de lo que nuestro cuerpo nos pide a través del síntoma.