En un mundo donde la conciencia ambiental se convierte en un pilar fundamental de nuestras decisiones diarias, el sector de la belleza no se queda atrás. La industria cosmética ha experimentado una transformación notable en los últimos años, con un creciente enfoque en la sostenibilidad y la reducción del impacto ambiental. En este contexto, surge una tendencia innovadora: los cosméticos anhidros. En Terai Cosmética Natural queremos poner sobre la mesa los beneficios de la llamada cosmética waterless. Pero también queremos abrir el debate de si su producción es tan sostenible. La cosmética ecológica sin agua a debate.
Qué es la cosmética ecológica sin agua
Los productos de belleza anhidros, sin agua o también conocidos como cosmética waterless tienen la característica principal de no usar agua en su producción. Como afirman desde la Asociación Internacional de Cosmética Natural y Ecológica, un producto de belleza tiene de media entre un 60% y un 85% de agua. Incluso este porcentaje es mucho más alto en los productos que se aclaran como los champús y acondicionadores. La cosmética ecológica sin agua que ponemos a debate recurre a bases alternativas como mantequillas, aceites y extractos botánicos.
La eliminación del agua de la formulación de cosméticos tiene implicaciones en la textura y la consistencia de los productos. Pero también tiene un impacto significativo en el medio ambiente. Al reducir la dependencia del agua, estos productos contribuyen a aliviar la presión sobre los recursos de agua dulce, un recurso preciado y cada vez más escaso en muchas partes del mundo.
Existen otras ventajas o beneficios adicionales en términos de sostenibilidad de la cosmética sin agua. Al no requerir agua en su formulación, estos productos pueden ser envasados en envases más pequeños, lo que no solo reduce el desperdicio de embalaje, sino que también disminuye la huella de carbono asociada con el transporte y la distribución. Este aspecto es especialmente atractivo para los consumidores conscientes del medio ambiente, que buscan formas de reducir su impacto ecológico sin comprometer la calidad o la eficacia de los productos que utilizan.
¿Por qué ponemos la cosmética ecológica sin agua a debate?
En este contexto, marcas como Terai Cosmética Natural trabajamos la producción de cosméticos anhidros. Ofrecemos una amplia gama de productos de belleza que no solo cumplen con los más altos estándares de calidad y eficacia, sino que también están en sintonía con los valores de sostenibilidad y responsabilidad ambiental.
En concreto, en Terai Cosmética Natural tenemos varios productos sin agua. Toda la línea facial de sérums y elixires y toda la gama corporal de aceites corporales no tienen agua entre sus ingredientes. Tampoco nuestro bálsamo labial MMM ni la mascarilla exfoliante Pureza Mágica.
Existen productos que por su composición no llevan agua y eso es beneficioso por todo lo anterior que hemos explicado sobre la cosmética sin agua. Nosotras abrimos el debate en la cosmética ecológica sin agua por el hecho de hacer sólidos y sin agua productos e ingredientes que en su origen son líquidos. Por ejemplo el hecho de hacer champús sólidos o cremas sólidas y venderlas como productos mucho más sostenibles por el hecho de no llevar agua.
La pregunta que lanzamos es si se hacen análisis del ciclo de vida de estos productos. Los ingredientes que se utilizan y que en su origen son líquidos, tienen un proceso de producción largo y costoso porque hay que transformarlos en sólidos. Es decir, calentarlos hasta conseguir esa textura de polvo sólida. Este proceso quizá es el que haya que ponerlo en tela de juicio porque lo que consigues no usando agua en la formulación, lo pierdes teniendo que procesar tanto esos ingredientes.
La conclusión de Terai Cosmética
Como conclusión decir que Terai apuesta por una cosmética basada en productos naturales y ecológicos pero por una producción sostenible. Es decir, es normal que un aceite no lleve agua en su formulación porque evidentemente es un aceite. Pero transformar ingredientes que en su origen son líquidos en ingredientes sólidos quizá no sea lo más sostenible. Por tanto, abrimos este debate. ¿Y tú qué opinas?