La rutina definitiva para proteger la piel del frío

No sé si os pasa pero tengo la sensación de que cuidamos más nuestra piel en verano. Será porque hemos insistido muchísimas veces en lo importante que es protegernos del sol, hidratarnos después de la playa o la piscina y nutrir la piel después de la época estival. El caso es que el frío también afecta y mucho. Por eso, es necesario conocer la rutina definitiva para proteger la piel del frío.

El frío provoca que los capilares sanguíneos de nuestra piel se contraigan y la sangre no circule con tanta facilidad. Esto provoca que no llegue el oxígeno y los nutrientes necesarios a la epidermis y, por eso, luzcamos una piel mucho más apagada. También se retrasa la renovación celular lo que hace que se acumulen más células muertas. Esto provoca consecuencias en cadena como sensación de tirantez o sequedad.

La Academia española de dermatología y venereología advierte que las zonas más sensibles a las bajas temperaturas son las mejillas, los labios, el cuello, el escote y las manos. En este sentido tiene un decálogo de consejos muy interesantes para luchar contra el frío y los cambios bruscos de temperatura. Por todo esto, la cosmética natural y ecológica tiene un papel fundamental a la hora de marcar rutinas de cuidado de nuestra piel. Lo natural y lo ecológico ofrecen garantías para conseguir una piel saludable.

¿Qué es una rutina para conseguir una piel saludable?

Una rutina es aquella acción que se repite con una asiduidad concreta hasta instalarse de forma automática en nuestro día a día. Es una acción que no cuesta esfuerzo porque estamos tan acostumbradas a ejecutarla que lo hacemos en automático. Pero hay dos cosas que son esenciales para conseguir una rutina óptima y saludable de cuidado de nuestra piel: conocimiento y producto. Y nos comprometemos a que después de leer este artículo no tengas excusas para lograr esa rutina.

Rutina definitiva de Terai cosmética natural para proteger la piel del frío

Hidratación – diaria (mañana). Es el básico más básico para mantener una piel saludable. Hidratando la piel también conseguimos luminosidad y brillo. Y si tu piel es seca conseguirás eliminar esa molesta sensación de tirantez. Para que esa hidratación sea 100% completa, conviene hacerla de forma diaria, por la mañana. El ejemplo perfecto lo tenemos en nuestra crema facial natural para piel seca Aire y Éter. Tiene alto contenido en aceite de sésamo, aguacate y de sacha inchi que dan elasticidad. La otra opción Terai es Tierra Sabia, la crema facial natural para piel madura.
Limpieza y nutrición – diaria (por la noche). También lo hemos comentado. El frío provoca que los nutrientes no lleguen de forma natural a los capilares de la piel. Por eso hay que incluir esto en nuestra rutina. Pero para que la nutrición de la piel sea efectiva, es importantísimo que esté bien limpia. Por eso limpieza y nutrición van juntas. La nutrición se debe hacer de forma diaria. Tómatelo con calma, hazlo con mimo. Busca tu momento y limpia y nutre tu piel. Nuestro consejo es que lo hagas con productos naturales. Aquí te ofrecemos algunos ejemplos:
- Crema limpiadora natural Armonía. Crema limpiadora de textura muy ligera, perfecta para limpiar de forma saludable todo tipo de piel.
- Tónico bifásico natural Bienestar. Tónico bifásico limpiador perfecto para limpiar de forma saludable todo tipo de piel. Un producto perfecto para preparar la piel para el siguiente paso, la nutrición.
- Elixir natural para piel castigada o reactiva Fuego Otoñal. Para una nutrición en condiciones el producto óptimo es un sérum o un elixir. Existen diferencias entre el sérum y el elixir como ya comentamos en anteriores post. Sin embargo, ambos cumplen los mismos objetivos. En esta ocasión nos quedamos con este elixir, Fuego Otoñal, que es ideal para todas las que sentís que no habéis encontrado el producto perfecto, que pensáis que todo os va mal. Tiene aceite de borraja y de higo chumbo.
Exfoliación – 1 vez por semana. La exfoliación sirve para eliminar las células muertas de la piel. Como hemos comentado, el frío provoca indirectamente una regeneración celular más lenta y una acumulación de células muertas que apagan nuestra piel. Con la exfoliación conseguimos recuperar el brillo, la luminosidad y la vitalidad natural de nuestra piel. Es suficiente hacerlo una vez por semana y es imprescindible hacerlo con un producto de cosmética ecológica y natural. Pureza Mágica es la mascarilla exfoliante natural de Terai. Es de grano fino y es rica en aceite de jojoba y cúrcuma.
Contorno de ojos – diario (mañana y noche). Queremos destacar en esta rutina definitiva una zona que en muchas ocasiones queda fuera: el contorno de ojos. Es otra zona que sufre con el frío y que debemos proteger a diario y a poder ser mañana y noche. El contorno de ojos hoy por hoy con el uso de la mascarilla es lo que nos da o nos quita expresividad. Por eso, hoy más que nunca es importante nutrirlo y darle luminosidad. Nuestra recomendación es Mirada Luminosa, el contorno de ojos natural de Terai.
Crema para las manos – diaria (mañana y noche). ¿No os pasa que se os agrietan las manos con el frío? Por eso desde Terai insistimos en incluir el cuidado de las manos en esta rutina contra el frío. La piel de las manos también forma parte de esas zonas sensibles que sufren con la llegada del frío. Utilizar una crema de forma diaria, dos veces al día, mañana y noche, va a mejorar mucho la salud de la piel de nuestras manos. La recomendación Terai es Unión entre Cosmos, nuestra crema de manos natural para manos secas e irritadas.
Labios – a todas horas. Es casi una obligación en nuestra rutina de cuidado contra el frío. Un buen bálsamo labial natural es nuestro aliado perfecto para mantener unos labios sanos y sin heridas. Y es un aliado que tiene que acompañarnos las 24 horas del día, en el bolso. Nuestra recomendación es MMM, el bálsamo natural de Terai rico en aceite de coco y sésamo y manteca de karité.

¿Qué os parece la rutina definitiva para proteger la piel del frío de Terai Cosmética? Compartid con nosotras vuestros trucos para cuidar la piel con la llegada del frío.